lunes, 30 de abril de 2007

La Historia del Aprismo


La Historia del Aprismo

Quien se incorpore al Aprismo, debe conocer su historia que como la de todo gran movimiento tiene bellas páginas. Miles de hombres perdieron la vida en la lucha contra las dictaduras, cientos de miles vivieron y murieron sin recibir nada pero manteniendo su fe en esta cruzada cívica y social.

Desde 1930 el aprismo participó en múltiples comicios pero en muchos otros no le fue permitido actuar. En 1931, Haya de la Torre fue victima del fraude electoral y se estableció un gobierno autoritario que un año después expulsó a los parlamentarios apristas y encarceló a Haya de la Torre originando la revolución aprista de la ciudad de Trujillo que fue aplastada por la dictadura con miles de víctimas.


Impedido Haya de la Torre de ser candidato en 1936, fue elegido con apoyo del APRA el Dr. Luis Eguiguren, pero la elección fue anulada y Haya de la Torre y el Aprismo se mantuvieron clandestinos hasta que, en 1945, con los votos apristas fue elegido José Luis Bustamante, pero tres años después un nuevo golpe de estado abrió el paso a una dictadura que duró 8 años (1948-1956) en los que Haya de la Torre permaneció asilado al interior de la Embajada de Colombia en Lima y miles de apristas partieron al destierro o llenaron las cárceles hasta que en 1956 prohibida otra vez la candidatura de haya de la torre, los votos apristas dieron la victoria a Manuel Prado, estableciéndose un sistema de convivencia democrática para reconstruir las libertades.

En 1962 Haya de la Torre triunfó en la elección pero le fue impuesto públicamente un veto militar que originó un nuevo golpe de estado, a consecuencia del cual, al año siguente (1963), se elegiría a Fernando Belaunde. Años después, en medio de la crisis generada por la devaluación de 1967 y el escándalo petrolero de la página 11, se produjo, en 1968, un golpe militar que creó el gobierno llamado revolucionario, de las fuerzas armadas, el cual proclamó que pondría en marcha las reformas que el Aprismo había propuesto desde 1930: la reforma agraria, la nacionalización petrolera en el litigioso tema de la brea y pariñas, la integración, etc.

Haya de la Torre tras expresar que los militares estaban "a la búsqueda del tiempo perdido", denunció que ninguna auténtica reforma podría hacerse sin libertad, sin democracia y sin el voto popular. Pero los asesores comunistas del régimen militar afirmando que las elecciones eran sólo parte de la política tradicional impidieron que se escuchara el reclamo de Haya de la Torre y éste se orientó por 12 años a la formación de cuadros jóvenes a través de sus escuelas de dirigentes y sus coloquios, llegando a presidir, a la caida del régimen militar, una asamblea constituyente. En ella, con un gran esfuerzo de concertación de todos los sectores, se aprobó la constitución democrática de 1979, la más avanzada en principios sociales y económicos que el país ha tenido y que fue más adelante violentamente suprimida por la dictadura de Fujimori.

Siendo presidente de esa asamblea, Haya de la Torre murió el 2 de agosto de 1979, a la edad de 84 años, tras una vida completamente dedicada a la causa de la justicia social y a la construcción y actualización permanente del aprismo.

Tras su muerte, en las elecciones de 1980, fue elegido Fernando Belaunde, cuyo gobierno puso en marcha un programa liberal que creó desempleo y parálisis de la industria; así como un proceso inflacionario que ya en 1985 había llegado al 250% anual. En estas circunstancias y con la presencia de Alan García en la dirección del partido aprista desde 1982, el Aprismo propuso al país un programa nacionalista, democrático y popular, con el que triunfó en las elecciones de 1985, cincuenticinco años después de la creación del partido aprista y cuando muchos de los cambios propuestos desde su origen ya se habían hecho o mal hecho en el país.


El Apra como Movimiento Continental:
En los años 20, América Latina vivía el impacto político e intelectual de la Revolución Mexicana (1910) y la Revolución Rusa (1917). Asímismo el fenómeno imperialista, económico y militar, genera en el continente sentimientos de rechazo y de cuestionamiento. En Nicaragua Cesar Augusto Sandino luchaba heroicamente contra una oligarquía aliada a los Estados Unidos. Nace una generación que cuestiona esta realidad latinoamericana: oligarquías gobernantes aliadas con los ejércitos y sustentadas política -financieramente -entonces- por los EEUU.

En el Perú, el más destacado representante de esta generación es Víctor Raúl Haya de la Torre. Joven dirigente estudiantil desterrado en 1923 por el Gobierno de Augusto B. Leguía, recorre varios países de América Latina dictando conferencias y organizando las llamadas Universidades Populares, promovidas por estudiantes para los trabajadores. En el Perú ya se habían fundado las Universidades Populares González Prada, en Cuba se crean las Universidades Populares José Martí.


En México, el 07 de Mayo de 1924, en un acto simbólico en el que Haya de la Torre entrega la bandera indoamericana (un mapa dorado de América Latina con fondo rojo) a la Federación de Estudiantes de México, se funda la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA).

En Diciembre de 1926, Haya de la Torre escribió en la revista inglesa The Labour Monthly un artículo titulado What's the A.P.R.A?, donde se expone el programa máximo del Aprismo. Aquí se define al APRA como "La Organización de la lucha antimperialista en la América Latina, por medio de un Frente Unico internacional de trabajadores manuales e intelectuales (obreros, estudiantes, campesinos, intelectuales, pequeños empresarios, etcétera,) con un programa común de acción política eso es el APRA". El programa máximo tiene cinco puntos: 1.- Acción contra el Imperialismo Yanqui; 2.- Por la Unidad Política de América Latina; 3.- Por la nacionalización de tierras e industrias; 4.- Por la internacionalización del Canal de Panamá; y 5.- Por la solidaridad con todos los pueblos y clases oprimidas del mundo.

En 1927 en París, lugar de destierro de muchos intelectuales y políticos, se fundó el Centro de Estudios Antimperialistas del APRA, que quedaba bajo la dirección de la Célula Aprista de aquella ciudad. El APRA así constituye en una matriz política - intelectual que se expandió en América Latina y que según el sociólogo Torcuato di Tella tiene como base la alianza del movimiento obrero y las clases medias nacionalistas.

A fines de la década del 20 e inicios de los años 30 la influencia del APRA a nivel del pensamiento político progresista de la región es importante. El APRA se diferencia de la III Internacional Comunista y propone alternativas de frente único antimperialistas y no uniclasistas. Los postulados apristas tienen mayor influencia en países como Costa Rica, Venezuela, Chile, Cuba, República Dominicana, donde se fundan partidos bajo inspiración aprista. En el Perú, el 20 de Setiembre de 1930, se funda el Partido Aprista Peruano. En 1944 tomará también el nombre de Partido del Pueblo.


El Gobierno Aprista (1985 - 1990):
El Gobierno Aprista se inició proponiendo una reducción del pago de la deuda externa que entonces como ahora, agobiaba al país aumentando los impuestos, Reduciendo los salarios para cumplir obligaciones de su servicio arbitrariamente abultadas por intereses exagerados. Con los recursos ahorrados, se procedió al salvataje de la industria en quiebra, desdolarizando sus deudas, reduciendo el interes delos créditos y creándose mas mercado de consumidores al elevarse los salarios y lanzarse el Programa de Apoyo al Ingreso Temporal - PAIT.

Al mismo tiempo, se inició el proceso de descentralización y la solución a múltiples problemas como los generados por la ley Kuczynski que exoneró en 1980 a las empresas petroleras del pago de impuestos. Durante tres años el país creció y el trabajo aumentó siendo 1987 y 1988 los años de mas alto empleo en el Perú hasta el día de hoy, y habiéndose establecido para maestros, policías y otros funcionarios, salarios que eran exactamente el doble de los que hoy perciben. Pero en 1987 el conflicto con los bancos, para impedir que las ganancias producto de esa reactivación fueran enviadas al extranjero, ocasionó una dramática guerra política que, sumada a la violencia terrorista que había comenzado en 1980, fueron creando una situación que en 1989 y 1990 originaron la inestabilidad monetaria y la inflación.



De estos problemas se valieron los adversarios del Aprismo para condenar a Alan García y al régimen aprista con total injusticia. Más allá de sus errores o problemas, en el régimen aprista hubo un nivel de empleo que todos reconocen, los servicios públicos no cobraron jamás las tarifas abusivas que hoy cobran. Los salarios en promedio fueron muy superiores a los que hoy se pagan, la educación tuvo una partida mayor en el presupuesto nacional.

Pero además, se hicieron muchas de las grandes obras que jamás pudo hacer el Fujimorismo: Chavimochic, Jequetepeque-zaña, la III etapa de Chira Piura, la ii etapa de majes y otras obras de irrigación que crearon 400 mil hectáreas nuevas y productivas para el Perú.

Además, se terminaron gigantescas hidroeléctricas que han permitido el ahorro de mil millones de dólares en petróleo que antes se consumía para generar electricidad, se construyeron mas de 70 hospitales de la seguridad social y los 4 hospitales regionales más importantes de los departamentos del Perú.

Pero mucha de esta obra fue ocultada y difamada por el Fujimorismo para justificar su dictadura y sus latrocinios. El caso más dramático es el tren eléctrico que por 10 años se mantuvo totalmente inútil con sus 11 kms. Terminados y sus 32 vagones recorriendo una vez al día las vías, en vez de servir a la población por el temor que esa obra mostrara al Perú, un acierto del Gobierno aprista. Fujimori y Montesinos supieron siempre que su verdadero y mayor adversario era el Aprismo por su vocación de justicia social y por su afirmación democrática. Por eso, la noche del 5 de abril 200 hombres del ejército asaltaron la casa de Alan García, con la consigna, ahora ya confesada y conocida, de asesinarlo y por eso también durante 8 años lanzaron contra el ex presidente una sistemática persecución policial, judicial y periodística, pagada por el SIN.

Pero al conocerse años después la siniestra entraña del Fujimorismo y al sufrir la población crecientes desempleo y miseria, se fue abriendo paso la verdad, y por eso en las últimas elecciones, contra toda la leyenda negra construida por Fujimori y sus aliados, cinco millones de votos dieron nuevamente su confianza al partido del pueblo.

Esta historia debe ser conocida y verificada por todos los que se afilien al Partido Aprista.

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