El 7 de mayo de 1924, el peruano Haya de la Torre(1895-1979) cercano colaborador del político y educador mexicano José Vasconcelos entrega a la Federación de Estudiantes de México la bandera unionista continental o “la indoamericana” y que sirvió a la vez como acto fundacional del APRA, enunciando la primera parte su ideario, o sea la que postula la unión política y económica de los dispersos y, por eso, débiles países que el denomino Indoamérica, como tarea histórica de una alianza popular de sus trabajadores manuales e intelectuales del continente de lengua española। Ese día enunciado los cinco lemas pragmáticos continentales que son los guiones doctrinarios, pero también fue el inicio de una bizarra lucha política indeclinable en los campos del pensamiento y de la acción.El pensamiento APRISTA por razones de su objetividad, confrontación propia y retroevaluación permanente supervive a despecho de sus detractores. Por eso, los ignorantes han osado decir que el APRA se ha descaminado de sus derroteros ideológicos. Pero ellos, viven de un yerro mental, porque, el fundamento filosófico de la doctrina esta en la interpretación de lo que es el ESPACIO, TIEMPO - HISTORICO.El Aprismo, no es una teoría intemporal que haya surgido de la imaginación abstracta de un ideólogo; no es una teoría o un sistema académico que haya brotado, por obra de un conjuro. Haya de la Torre, es el aglutinador político, el punto de convergencia de una generación que polariza el pasado en lo que tiene de vital y el porvenir en lo que tiene de trayectoria humana. No cabe, en los límites de este escrito la exposición detallada de la teoría aprista sobre tópicos tan interesantes como la función revolucionaria de nuestras clases medias. Quien desee conocer o entender el concepto filosófico aprista, debe estudiar tres libro: “El Antimperialismo y el APRA”, “Espacio, Tiempo – Histórico” y “Treinta años de aprismo”.
Ahora bien, el Aprismo ostenta una peculiaridad de origen que lo distingue de los demás movimientos y doctrinas de su categoría en el continente. No solamente por su caracterismo de militancia bolivariana -y ya en este glorioso patronímico, la valoración epónima de nuestra meta unionista continental que el APRA reivindica- sino por la singularidad de sus afluencias predecesoras. Ella puede rastrearse a partir del vigoroso movimiento juvenil que insurge entre 1918 – 23, y que se conoció como la REFORMA UNIVERSITARIA. Y de esta, los fundadores del APRA recogieron dos vigorosas inspiraciones: la de independizar a nuestras generaciones del colonialismo mental de las naciones imperialistas, y la de aunar a los trabajadores manuales e intelectuales, para acometer juntos una atrevida empresa de civilización democrática: confederar a nuestros pueblos y conseguir para ellos la justicia económica, mas sin menoscabar sus libertades.Por ello, los seguidores de la ideología creada por HAYA y que sustenta la su fundación del APRA, creen que se mantienen incólume la inspiración universal y democrática del APRISMO, y siguen trabajando para afirmar y fortalecer sus grandes propuestas, la justicia social, el antimperialismo, la integración, el rol de estado, la educación y el Frente Único, la ética y la solidaridad, pero atribuyendo a cada uno contenidos propios a la nueva realidad de un “mundo plano”. Hacerlo es y será continuar el ejemplo de HAYA, que en los grandes capítulos ideológicos de su vida dio respuesta continua a la realidad y a sus cambios.El pensamiento aprista, puesto de manifiesto sigue siendo el más vigoroso aporte a la ciencia política y social del continente. Si bien las circunstancias han cambiado, sus tesis continúan siendo un aporte medular y trabajar con ellas y sobre ellas, para afirmar su continuación y actualización, como el lo hubiera hecho, es un deber, es una obligación de todo aquel que se dice, ser aprista.
Raúl Haya de la Torre. Sus creencias y actividades políticas declaradamente antimperialistas y a favor de las minorías le obligaron a exiliarse de Perú en numerosas ocasiones a lo largo de su vida
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